miércoles, 31 de diciembre de 2014

Una vida (a)normal

Para cerrar el año... ¡la entrada del blog que tenía pendiente!

Dado que Facebook ya se encargó de hacer el resumen del 2014, me dedicaré sólo a recontar lo que me faltó del último mes y medio entre Madrid y México (con varias escalas, a diferencia del Potrillo).

Primera parada: CMMI. Rapidito porque para los no iniciados esto podría parecer magia negra. La evaluación se llevó a cabo en Madrid y mi participación fue solamente en la entrevista de aseguramiento de calidad. A mí me preguntaron sobre la formación en calidad y pues respondí coherentemente. Al final, la verdad es que el resultado estuvo muy bien (demasiado!) y obtuvimos el nivel 3! Lo que si ya nos advirtieron que en 2017 vamos por el nivel 4...¿Voluntarios?

Next: Telefónica Movistar. Mi leal telefonito canadiense viajó conmigo desde Montreal y fue la mejor decisión. Después de todo este tiempo, no he podido conseguir el teléfono que quiero, el cual ya todos saben cuál es. La ventaja de haber contratado el paquete Fusión: fibra optica + internet + tv + fijo... la tendría si tuviera todos los aparatos! El único ganón ha sido el telefonito canadiense por el momento.

Ya en temas más ligeros: hubo un par de celebraciones de fin de año con los proyectos con los que trabajo. La verdad es que en Madrid se sabe celebrar y bien! Organicé una cena para los exiliados de Montreal y fuimos a un restaurante coqueto a la vuelta de mi casa (los perks de ser el organizador...): La Máquina de Chamberí. Un verdadero festín y el vino tinto fluía a raudales... rioja, por supuesto. El siguiente festejo fue con los dubaitíes en el resto Txirimiri... unas tapas increíbles aunque aquí acompañados con varias cañas.  
 
Luego de un rato cardiaco de chamba que incluyó una teleconferencia desde el avión antes de despegar a México, la diversión continuó al llegar a México cuando la SAGARPA retuvo una pierna de jamón serrano que recibí dentro del arcón navideño Alstom. Cruzo los dedos para poder recuperarlo al momento de mi partida. Lo más curioso: 4 tellas pasaron sin mayor problema por la aduana... en Canadá las hubieran decomisado también. Después continué mi trayecto hasta Orizaba en autobús directo desde el aeropuerto... creo que duré casi 18 horas hasta que pude dormir en una cama de nuevo. Asi de glamoroso estuvo el arranque del maratón Guadalupe Reyes!

Mi temporada en México la he pasado entre la casa de mis abuelos y de mis primos en Orizaba, haciendo trámites gubernamentales en oficinas de tránsito del DF, disfrutando con mi familia y comiendo mucho, mucho. Todavía falta una semanita más de relax y después de la rosca, volveré a Madrid. 

La cena de fin de año está casi lista. Les dejo en compañía del 2015 y agradeciendo que me sigan leyendo en esta mini aventura literaria, les dejo con uno de mis posters favoritos de mi tablero Keep Calm de Pinterest:  



Abrazos a todos y nos leemos el próximo año.

 


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